Granada
Cómo elegirlos y conservarlos
Aunque las granadas empiezan a aparecer en los mercados a mediados de septiembre, es entrado el otoño cuando esta fruta nos ofrece sus granos en toda su plenitud, y se mantiene hasta finales de enero. La granada se debe de recolectar antes de que madure completamente, si no es así, el fruto explota en el árbol. El grosor de su piel hace posible almacenarlas durante meses y que resista bien el transporte.
Conviene elegir la fruta sin cortes ni magulladuras. Una granada de calidad se presenta ausente de grietas de crecimiento y sin arrugas en la piel, que pueden ser una consecuencia de retraso en su recolección. Es muy importante que la piel esté dura y tersa y que tenga un color vivo con matices marrones. Hay que elegir los ejemplares de buen tamaño y de elevado peso respecto a su tamaño. Se puede abrir cuando la cáscara adquiera un tono pardo. Las granadas se mantienen en buenas condiciones durante varios días si se conservan a temperatura ambiente. Si su consumo no va a ser inmediato, es preferible guardarlas en el frigorífico, y así se alarga su vida útil unas tres semanas.