Mangostan
Cómo elegirlos y conservarlos
Madura todo el año, por lo que podemos disfrutar del mangostán en cualquier época. El inconveniente, su elevado precio.
Hay que elegir ejemplares intactos, que no estén dañados y que cedan levemente a la presión con el dedo. Si se va a consumir como fruta fresca, se puede guardar en la nevera antes de su consumo para que esté bien fría. Sin embargo, y al igual que otras frutas tropicales, no soporta bien las temperaturas de refrigeración. El mangostán es muy receptivo a los olores, por eso se recomienda conservarlo en un recipiente hermético.
Su contenido de agua es muy elevado. Contiene hidratos de carbono en cantidad moderada por lo que su valor calórico es alto. En lo que se refiere a su contenido mineral, es rico en potasio. Así mismo aporta fibra, que mejora el tránsito intestinal. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.