Naranja

Trucos de cocina

Las dos formas habituales de consumir naranjas son: fresca, tal cual, y en forma de zumo. Y para cada caso se ha de elegir las variedades más apropiadas. Al natural, una vez peladas, se comen a gajos o si se parten en rodajas, combinan muy bien espolvoreadas con azúcar o canela. El zumo resulta muy refrescante. Si se prepara en casa, conviene consumirlo recién exprimido para evitar que pierda parte de su valor nutritivo. El zumo mezclado con agua o soda se convierte en una auténtica naranjada y resulta útil para fomentar el consumo de esta fruta en los más pequeños. Si se mete en el congelador puede ser el sustituto perfecto de los helados durante todo el verano.

La naranja es una de las frutas con mayor protagonismo en la gastronomía, ya que se emplea en las distintas cocinas internacionales para acompañar múltiples platos, hacer tartas, pasteles, bizcochos, batidos, macedonias, helados, coctails, ensaladas, rellenos y salsas. Combinan muy bien con el chocolate, por lo que es frecuente que se empleen como relleno de productos de repostería y pastelería. La naranja es ingrediente fundamental de las salsas agridulces típicas de la cocina oriental, como acompañamiento excelente para los platos de carne..

En algunos países, el comercio de gajos de naranja enlatados es muy popular y la corteza de naranja se emplea escarchada o confitada en pastelería. La naranja amarga se emplea para hacer mermeladas, a las que les confiere un sabor muy particular. En casa, se puede elaborar mermelada de naranja utilizando únicamente naranjas o añadiendo también limones en pequeñas cantidades.

El zumo de naranja combinado con champán, cava o licor se conoce popularmente como "agua de Valencia".

A nivel industrial, para elaborar el zumo se utilizan técnicas de procesado muy modernas que consiguen un producto que conserva casi todas sustancias nutritivas de la fruta fresca en unas proporciones semejantes. Mediante el método de conservación aplicado se obtiene un producto de alta calidad y larga vida útil, que mantiene un buen estado higiénico y sanitario.

Gelatina de naranja

  • Tiempo: 30 minutos
  • Precio: 5-10€
  • Dificultad: Media
  • Raciones: 4
  • Temporada: Invierno
Ingredientes
  • 1,5 sobres de gelatina en polvo
  • 1 yema de huevo
  • 100 gramos de azúcar
  • 1/4 de litro de leche
  • 2 palos de canela
  • 4 naranjas
  • 1 cucharada de esencia de vainilla
  • Gajos de naranja

Cómo se elabora

Hidratamos la gelatina en polvo en media taza de agua fría, que dejamos calentar al baño María. Mezclamos la yema, el azúcar, la leche, la canela y la cáscara de las naranjas. Ponemos al fuego y cuando hierva, retiramos la canela y la piel de naranja. Batimos y mezclamos la gelatina y la esencia de vainilla y vertemos en un molde engrasado. Refrigeramos hasta que se cuaje, desmoldamos y adornamos con gajos de naranja.

Puré de calabaza y naranja

  • Tiempo: más de 1 hora
  • Precio: inferior a 5€
  • Dificultad: Media
  • Raciones: 4
  • Temporada: primavera, otoño, invierno
Ingredientes
  • 250 gramos de calabaza
  • 100 gramos de puerros
  • 100 gramos de calabacines
  • 100 gramos de zanahoria
  • 50 gramos de cebolleta fresca
  • 100 ml de zumo de naranja
  • 100 ml de nata líquida para cocinar
  • 30 ml de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo
  • Una pizca de sal
  • 50 gramos de picatostes de pan frito

Cómo se elabora

En una cazuela con un poco de aceite caliente cocinamos la cebolleta y el puerro, cortados en juliana (tiras finas). Los cocinamos a fuego suave. Cuando se hayan cocinado y estén blandos, añadimos la calabaza pelada, limpia y cortada en trozos irregulares, y la zanahoria pelada y en rodajas. Rehogamos el conjunto y añadimos también el calabacín pelado. Cubrimos de agua, justo hasta sobrepasar las verduras. Una vez que el conjunto comience a hervir, añadimos una pizca de sal. Tapamos la cazuela y dejamos hervir las verduras a fuego suave y durante 40 minutos.
Cuando la calabaza, el calabacín y la zanahoria estén cocidos, sacamos la cazuela del fuego y agregamos 100 ml de zumo de naranja y 100 ml de nata líquida. Agregamos a la crema un refrito de ajo. Para ello, pelamos los dientes de ajo, los cortamos en láminas y los doramos en una sartén con unas cucharadas de aceite de oliva caliente. Cuando se hayan dorado, sacamos la sartén del fuego e inmediatamente vertemos sobre la cazuela con las verduras cocinadas. Tapamos la cazuela y dejamos que repose 5 minutos.
Transcurrido el tiempo de reposo, pasamos por el pasapurés o por la batidora hasta conseguir una crema suave y uniforme. En caso de que quede excesivamente espesa, agregamos un poco de agua caliente y ponemos a punto de sal. Damos un ligero hervor para que se unifiquen los sabores y listo para servir. Podemos acompañar este puré de unos trocitos de pan frito, salteados en una sartén con un poco de ajo y aceite de oliva y unas tiras de naranja salteadas.

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